“Después de 32 años de servicio, la Comunidad de Madrid nos dice que debemos demostrar que sabemos trabajar en nuestros puestos, algo completamente descabellado”
Como personal sanitario, actúa con menores con discapacidad cognitiva y todo tipo de patologías motoras, lesiones neurológicas, síndromes y alteraciones conductuales; pacientes que llegan con tres años y se van con 21, y cuyos pesos van desde 10 hasta más de 120 kilogramos. Una labor que incluye rehabilitación, reeducación, prevención y, muchas veces, evitar que esas patologías sigan empeorando, en una rutina laboral como la de cualquier otro colega de profesión. Lo que ya no es tan normal es que lleve desde entonces, 32 años, como interina y que nunca haya tenido la oportunidad de presentarse a unas oposiciones para consolidar su puesto de trabajo. Hoy, por fin, están convocadas, pero ni la forma ni la modalidad han sido bien recibidas: “Después de 32 años de servicio, la Comunidad de Madrid nos dice que debemos demostrar que sabemos trabajar en nuestros puestos, algo completamente descabellado”, reclama.
El suyo no es un caso aislado. Se calcula que, en la Comunidad de Madrid, son más de un centenar y medio de fisioterapeutas profesionales que trabajan bajo el paraguas de la Consejería de Educación, desarrollando su labor en centros de Educación Especial y en colegios de integración con alumnos con diversidad funcional. La gran mayoría son interinas: “Las últimas oposiciones para ocupar nuestras plazas se llevaron a cabo en 1992, y desde entonces estamos trabajando como interinas y sin la posibilidad de estabilizar nuestros puestos”, explica Lourdes González, a punto de cumplir 20 años como fisioterapeuta en el Colegio Público de Educación Especial Guadarrama.
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